domingo, 9 de agosto de 2009

Uno cree que alejarse, muchas veces, hace bien. Pero, ¿Porqué nos alejamos de lo que más nos importa? .. ¿Será que no nos importa ya? Duele mucho que la persona que más querés, te diga, en no menos de un segundo, que alejarse sería lo mejor. Duele hasta intentarlo o simplemente decirlo. Te parte en dos el corazón. ¿Cómo haces para soportar que la persona a la cual amas, deje de nombrarte, deje de acariciarte y hasta de mirarte? Sería una indiferencia total. Y yo no lo soportaría. La indiferencia mata. Te llena de bronca que no querés llegar a sentir. Si no te mira, haces algo para que lo haga. ¿Y si no te habla? ¿Si no te toca? ¿Y si ya no te quiere? ¿Qué pasaría si esa persona se aleja de vos para querer acomodar sus ideas? ¿Y si después vuelve y ya no te quiere? Pasas ese tiempo que te pide, pensando solamente en su respuesta, en su solución, en su "te quiero!" o en su "ya no". Pasas todo ese tiempo pensando en esa persona. Pendiente de alguna señal. Pensando en su regreso. Llorando su indecisión. Esperas y esperas. ¿Pero vale la pena esperar? ¿Qué tal si esperas y al final te chocas con la respuesta que no querés cruzarte? ¿No sería un tiempo perdido? Pero. ¿Y si la respuesta esperada vuelve con él? ¿Sería también un tiempo perdido? Te llena de muchísimas dudas esperar. Como las que tengo ahora.




Y mirándolo, escondo una lágrima y me guardo el dolor.

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